La vida es simple, la mente es compleja

La mente es tan compleja que no podemos entender con ella la simpleza de la vida. La simpleza de la vida sólo se puede sentir, pero no la puedes sentir cuando hay tanto que comprender.
En mi caso, he llegado a sentir su simpleza cuando he logrado comprender que mi vida era consecuencia de todas mis memorias emocionales.
He vivido una vida atormentada con mucha necesidad de comprender mis desgraciadas vivencias, mi mala suerte, mi soledad, mi tristeza, mis necesidad de recibir amor.... siempre, desde que tengo uso de razón, pensé que no merecía vivir lo que he estava viviendo y eso me llevo a pensar en algo que me consolaba, en mi anterior vida tuve que haber sido una persona mala, monstruoso, dañina y en esta vida estaba pagando todo el mal que hice.
Creer en mi mala suerte, mi tristeza, mi culpa por la vida anterior y mis necesidades de recibir amor me permitió hacer realidad esas creencias que a lo largo de mi "anterior vida" se intensificaron hasta tal punto de que un día dije ¡BASTA! pero no fue suficiente, cuando cambie mis pensamientos y me enfoque en las cosas buenas de la vida, la depresión desapareció y llegó la Fibromialgia. Ya no me atormentaba mi vida, ahora me atormentaba el dolor físico. No comprendía nada, seguia buscando respuestas.
Diez años después ya estaba preparada para pasar a un siguiente nivel y llegaron las respuestas, llegó el transgeneracional, las memorias embrionarias, las emociones bloqueadas y todo lo que necesitaba para comprender y para sanar mi cuerpo y mi vida.
Digo que la vida es simple, porque cuando hacemos las preguntas adecuadas y guardamos silencio mental, llegan las respuestas adecuadas. Yo estaba tan atormentada y victimizada que nunca deje espacio de sosiego en mi mente para oir respuestas, hasta que la fibromialgia hizo que mi vida se paralizada y me quedara sola.
Un día manifesté un ultimàtum, o me sanas o me voy, aquí no soy útil. Lo manifesté sin miedo, sin rabia, sin dolor desde la tranquilidad de mi mente, Ya no esperaba nada de la vida, ni bueno, ni malo, nada de nada.
De repente se abrió ante mi un montón de puertas que me llevaban a mi autoconocimiento y sanación.
Y aquí estoy, compartiendo mis experiencias para alumbrar un poco el camino de otras personas.
Con amor, Mery Ros