La fibromialgia y yo

Hoy empieza mi año nuevo, acabo de cumplir 56 años, fue en septiembre de 2011 cuando empezó a transformarse mi vida, llevaba muchos años sufriendo y ya había tocado fondo. Solo tenia dos alternativas, quedarme en el fondo o subir.
Nací con depresión y conviví con ella hasta los 35 años. En septiembre de 2.001 recupere las ganas de vivir gracias al amor de una familia de amigos Colombianos que supieron ver más allá de lo que mostraba mi personaje superficial, ellos sin saberlo, sanaron mi tristeza enquistada a través del amor incondicional.
Poco tiempo después, al regresar de un viaje a Colombia, enferme de fibromialgia, aunque sin saber su nombre ya la sufría desde hacia muchos años, en ese momento se agudizó y paralizo mi vida social por completo durante 10 años.
Nunca acepté el diagnostico de los médicos, ¿fibromialgia? ¿acostumbrarme al dolor? ¿depresión? ¡no me sentia deprimida! solo sentia mucho dolor, rabia e impotencia porque había recuperado las ganas de vivir y disfrutar de mi vida pero, mi cuerpo no tenia el mismo objetivo.
Seguí buscando respuestas en internet, poco se conocía de la fibromialgia en aquel entonces pero navegando por las profundidades llegué hasta el Dr. Nadal, un medico especializado que daba conferencias obre el tema.
Localicé al DR. Nadal en Barcelona, pedi una cita con él, y me salvo. Solo lo vi dos veces y sus palabras se tatuaron en mi mente: -La fibromialgia se puede curar, empezaremos con ejercicio, y una adecuada alimentación.
El solo hecho de ver la posibilidad de curación abrió muchas puertas desconocidas para mi.
Cambie mi alimentación, me cambie de vivienda, me fui de la ciudad a un pequeño pueblo en la naturaleza, aprendí a respirar, a pensar y a caminar.
Un dia gracias al Reiki, descubrí que no soy mi cuerpo, soy energía dando vida a un cuerpo. Estuve bastante tiempo tomando reiki, recargando y limpiando mi energia vital.
Más tarde llego la terapia de La curación emocional junto a Un curso de milagros, las constelaciones familiares, el transgeneracional, la hipnosis... todo ello con dedicación, compromiso y mis ganas de vivir con paz y alegria fueron sanando mi cuerpo y mi vida.
Inicio este nuevo proyecto con una nueva identidad donde quiero integrar y aceptar, por vez primera, mi primer nombre Maria y dejar de llamarme Rosa por respeto hacia una madre que nunca ha podido llamarme Rosa porque nunca quiso que su hija se llamara Rosa como ella. Ahora entiendo que su subconsciente quería protegerme, pero no ha sido posible, nací el día de Santa Rosa y vine para sufrir y experimentar el NoAmor para poder comprender, amar y sanar a todo mi clan para después experimentar el Amor a lo grande.
Con amor,
Mery Ros